La piel es un material flexible, muy versátil y resistente que se utiliza para elaborar todo tipo de prendas y piezas, desde chaquetas hasta accesorios como bolsos. Es por ello que, frente a la gran variedad de productos que existen en el mercado, debemos llevar cuidado e identificar correctamente los tipos de piel que podemos encontrar.
Aquí vamos a explicarte todos los detalles que necesitas saber sobre los diferentes tipos de piel con los que te puedes encontrar para que así escojas el que sea más afín a ti. Pero, antes de explicarte esos detalles, es importante destacar el proceso que se sigue hasta la confección de todo tipo accesorios.
Proceso previo a la elaboración
Como ya te he hemos comentado, antes de la confección de todo tipo de accesorios, las pieles pasan por un proceso que cuenta con los siguientes pasos:
- Selección de la materia prima: En primer lugar, debemos elegir la materia prima adecuada, y para ello los ganaderos toman una serie de cuidados con los animales de forma que su piel pueda ser de máxima calidad.
- Proceso de encurtido: Una vez hemos seleccionado la materia prima, tiene lugar un proceso de encurtido físico y químico con el fin de dotar a la piel con el acabado que el artesano desee.
- Elaboración: Una vez el material está listo para ser usado, es el artesano el que debe diseñar los productos, ya sea de forma manual o mediante máquinas especiales para conseguir acabados increíbles.
¿Piel o piel sintética?
Antes de pasar a explicarte los diferentes tipos de piel, queremos destacar la diferencia entre la piel y la piel PU o sintética, así sabrás reconocer cualquier imitación al instante. Cada uno de estos tipos pasa por un proceso de elaboración muy distinto.
La piel PU o sintética es una textura plastificada, imitación sintética de la piel orginal, lo que no quiere decir que sea de mala calidad, más bien, puede presentar ciertos beneficios que la piel original no. Por ejemplo, la piel sintética necesita menos cuidados y mantenimiento a lo largo del tiempo que la piel orginal.
La piel original se trabaja mediante un proceso de curtido, donde la piel del animal se convierte imperecedera, es decir, la capa de piel extraída del animal no va a descomponerse con el paso del tiempo. De esta forma, se convierte en un producto eficaz, manejable y versátil para la confección de diferentes diseños.
A pesar de que la piel orginal necesita más cuidados y mantenimiento que la piel sintética, la piel orginal dura mucho más y con el tiempo, su calidad puede mejorar, volviéndose más suave al tacto. Además, es un elemento más transpirable que el sintético, lo que le ayuda a mantenerse en perfectas condiciones.
Tipos de piel para bolsos
Debemos destacar que la diferencia radica sobre todo en el tacto que éstas presentan. La rigidez, suavidad y resistencia presentan un papel importante a la hora de elegir diferentes pieles para bolsos. Otro de los factores clave es la edad del animal: cuanto más joven sea, más suave y de mayor calidad será su piel. ¡Empezamos!
Piel de vacuno o bovino
La piel de vacuno suele ser la más utilizada gracias a sus características determinadas que lo dotan de versatilidad a la hora de la confección. Es un tipo de piel compacto y muy resistente, que muestra rigidez a la hora de estirarlo. Dicho esto, también cabe destacar que es muy flexible. Suele presentar una superficie con marcas, como estrías, arañazos, y agujeros, y a su vez, su tacto es suave.
Otro punto fuerte de estas pieles es que están formadas por tejidos elásticos y fibrosos y, tras un proceso de industrialización, cuentan con un acabado con un corte y grano fino.
En España, gracias al buen clima, los vacunos son criados al aire libre, por lo que la calidad de su piel es mejor. Para ello, también influye su alimentación: se encuentran bajo dietas en las que el fin no sea aumentar su masa muscular y tamaño, ya que de esa forma la piel se estirará y perderá calidad.
Piel de cabra
La piel de cabra es más fina, pero a su vez es más compacta y resistente. Este tipo de pieles, al ser tan finas, suelen utilizarse para elaborar productos con precios más elevados. Al igual que pasa con la piel de vacuno, las cabras más jóvenes cuentan con mejor calidad en su piel que las más mayores.
Ganado ovino
Como el resto de animales, la piel de estos animales jóvenes, presenta una mayor calidad que la de los animales más mayores. Esta piel es elástica, flexible, extensible y fina.
Piel de becerro
Esta piel también se obtiene de los animales más jóvenes, normalmente de los terneros lecheros machos. La principal diferencia con la piel de vacuno es que el grano es más fino y en sí, es una piel más fina. Este material se puede emplear para la confección de bolsos con efecto acolchado.
Piel de cerdo
Al igual que el resto de animales, los hábitos de vida del animal dependerán mucho en la calidad de su piel, pero generalmente suele ser rígida. Cuenta con una piel porosa pero a la vez suave. Una vez sometida a tratamientos industriales, su resistencia aumenta y es duradero.
Como puedes ver, existen muchos tipos de pieles que se pueden utilizar para la confección de bolsos y cada uno de ellos aporta una textura diferente.
Además, como ya te hemos explicado en un punto anterior, existen alternativas sintéticas que ofrecen gran calidad, pero una piel natural, su calidad y su durabilidad son incomparables.
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